Mucho que contar, y poco que decir...
sólo hay que elegir para ser feliz...
Enseñame a vivir como tu_________________________(la vida no es lo mismo sin ti)
Pensamientos varios_____________________________(¿qué se te pasa por la cabeza?
Viajeros al tren____________________________(de camino a casa con gente interesante)

Me besó


Mire al cielo. Era negro negro, aunque fueran aún las 7, como era invierno se hacía de noche muy pronto. Me dirigía hacia la casa de Noah para explicarle unas palabras que no entendía. Andaba acelerada por la calle, para llegar lo antes posible a su casa, tenia ganas de verle, y abrazarle. Crucé la calle rapidamente para que no me atropellaran, y llegue a su portal. No era la primera vez que subiria a su casa, pero si la primera en que no estaban sus padres, bueno los padres que lo habian acojido durante ese año. Llame al timbre y me abrió la puerta deseguida. El ascensor, lo encontraba lento, era muy pausado y marcaba cada numero de planda, y los segundos que tardaría para llegar a la que había pedido, el vivía en el 15 piso. Solo faltaban 20 segundos,interminables 20 segundos....Porfín ya había llegado! Y aí estaba el, con su mirada expresiva. Entramos a su casa cogidos de la mano. Me llevó a su cuarto, estaba todo super ordenado, y con fotos de su familia y sus amigos. Nos sentamos en su escritorio y empezamos a estudiar. Pero el no se concentraba, no paraba de mirarme.

-¿Por qué me miras?

- Porqué me encanta...-dijo sonriéndome.

-¡Pero no lo hagas! me desconcentras!

- Que más da, debería ser yo el que tendría que estar concentrado, y no lo estoy....

- Pues hazlo!

- ¿El qué que te bese? ¡Vale!- y lo hizo, me beso rápidamente.

-No, que te concentres.

-¿En ti? ¡ya lo estoy haciendo!- de repente me besó, pero no como el beso de antes, sino un beso diferente, más profundo, un beso más exquisito, un beso más intimo, un beso que me acariciaba mis labios.

No tardamos nada en levantarnos, y besarnos mientras nos abrazábamos. Las manos que rodeaban mi cintura estaban muy calientes. Empezó a besarme mi cuello, era una sensación rara pero agradable y calurosa. Yo no sabía que hacer si empujarlo hacia la cama y tumbarnos allí o esperar que lo hiciera él. Poco fuimos hacercándonos al colchón de color azul verdoso, y allí nos tumbamos. Emezó a acariciarme mis manos, despues me acarició mis piernas, mi cintura, era fantástico estar aí en ese momento y en ese lugar, con esa persona.

Detener el tiempo para siempre

Ya faltaba menos para que llegara navidad. Todo con luces, los niños mirando los escaparates y la televisión que no paraba de hacer anuncios de colonias, juguetes, y joyas. Era la fiesta más familiar de todo el año. Habías de estar con tu familia a todas horas, y no había excusa para librarte. Pero esta vez yo no quería ese tipo de navidad. Quería pasar la navidad con él, con él que me había dado la felicidad durante tanto tiempo. Me daba igual que mi tía la hermana del marido de la prima de mi madre quería verme o que mi hermano quisiera ir a ver a los reyes magos. Eso ya era otra historia, yo ahora quería estar cada minuto de mis vacaciones con el, mirándoles a los ojos, tocándole su pelo, y decirle que nada importaba mientras estuviera el. Pero el problema esa buscar como decírselo a mis padres. Había pensado con “mama, papa, estoy saliendo con un chico q...bla bla bla” también había pensado con “mama, que hoy no vendré a cenar que he quedado con mi novio...” Si pero todo acabaría igual con un “¡¡¿¿queeee??!! O con un “va que se que es mentira no te vas a escasear de las visitas a casa”, pero de todas formas tenía que decírselo pronto.

Desde mi balcón vi como se acercaba de lejos para venir hacia mi casa. Entonces me quede mirándolo, la forma de andar, su mirada, sus manos, su cuello, todo era perfecto, absolutamente perfecto. Cuando tocó al timbre le dije que subiera, ya que no había nadie en casa, y tardarían en venir. Nos saludamos con el típico beso de “ah hola, ¿ya estás aquí? ¡Que pronto!”. Nos sentamos en el sofá, mientras yo terminaba de estudiar biología. Pero no tardé mucho con dejarlo estar. Tenia al chico de mis sueños a mi lado, en mi casa, y en mi sofá...No me podía concentrar. Entonces el me dijo:


-Oye por qué no nos quedamos aquí? Fuera hace mucho frío.


Esa idea me gustaba, pero era muy arriesgada para el tema “padres”. Pero daba igual. Me dijeron que volverían tarde, muy tarde. Entonces dejé el libro de biología en la mesa, y me giré hacia el. Le mire los ojos, más azules que nunca. El me miró los labios los tenia más rojos que nunca. No me resistí a la tentación. Quería probar otra vez sus perfectos labios afresados. El me cogió rápidamente de la cintura, me encantaba que lo hiciera. Nos quedamos besándonos en el sofá de mi casa durante más de dos horas, no quería que se acabara, quería detener el tiempo para siempre. Era mi sueño, y mi realidad. Nos quedamos tumbados en el sofá mirándonos a los ojos. Era un momento perfecto, era un recuerdo que no quería olvidar.