Mucho que contar, y poco que decir...
sólo hay que elegir para ser feliz...
Enseñame a vivir como tu_________________________(la vida no es lo mismo sin ti)
Pensamientos varios_____________________________(¿qué se te pasa por la cabeza?
Viajeros al tren____________________________(de camino a casa con gente interesante)

De allí yo no me movía hasta el amanecer....

Me encontraba tan extraña cuando él no estaba. Me faltaba algo que no podía saber que era. Apareció de la nada, entre agua caída del cielo, y yo estaba allí para verlo. Ya no me podía imaginar como sería la vida sin él. Por eso me gustaba estar a su lado cada día y cada noche. Cada vez que quedaba con él miraba mi alma, y cada vez era más blanca y feliz. Faltaba poco para que fuera mayo. Miré a mi alrededor, ¿qué hacía yo allí? si total eran las 4 de la mañana, porque habíamos quedado en ese momento, ¿qué pasa? Me había tenido que ir de escondidas de mi casa, yo eso nunca lo habría hecho pero por él lo que fuera. Entonces estaba allí esperando, esperando a que viniera, esperando para saber qué pasaba. De repente alguien me tapó los ojos, y dijo un ''hola'' muy cariñoso. Notaba su respiración en mi oreja y su perfume y como no sus manos frías pero calientes a la vez. Me rodeó con sus brazos y me dijo a la oreja, ven quiero enseñarte algo. Lo seguí sin preguntar donde, sin preguntar porque, y sin quejarme de la hora. Andamos más de media hora por la ciudad sin cruzar ni una sola palabra, pero sus manos estaban unidas a las mías con tal fuerza que daba la sensación que nada las separaría. Y de pronto me tapo los ojos y paramos. Reconocía ese sitio, era un parque cerca de la playa donde a veces iba con mi amiga Clara pero que últimamente ya no visitábamos. Me arrastró a dar unos pasos hasta que me dijo “quítate las zapatillas, y entra en la arena sin miedo”. Allí había puesto con unas toallas cojines, y velas, era perfecto, era especia. Se notaba que lo había hecho él. Nos tumbamos y nos pasamos toda la noche mirándonos a los ojos, sus ojos azules me producían una sensación de seguridad, su pelo una sensación de libertad y sus labios una sensación de fuerza. Se oía como el mar nos cantaba, y como el viento nos acariciaba todo el cuerpo. La luna nos miraba fijamente mientras nosotros nos mirábamos mutuamente. La sensación de decir'' me dan igual los problemas que tengo, me da igual las consecuencias que tendré mañana. Ahora solo quiero disfrutar de este momento y nada más'' no la tenía todos los días y por eso iba a disfrutar. No sabía como iba a terminar la noche, lo único que sabía era que de allí yo no me movía hasta el amanecer....

Algún día no muy lejos

Me fui. Estaba harta de los exámenes, de mi familia y de las cosas que me rodeaban mi cabeza. Al irme dejé atrás el problema del estrés del instituto y a la familia, pero los problemas seguían ahí, en mi cabeza, y no paraban de molestar. Quería evadirme de todo aquello. Cuando era pequeña me escapaba de casa y me iba a la playa a jugar con la arena. Entonces decidí a hacer lo mismo. Pasé las tres calles que me llevaban a la playa. Y ahí estaba ella, tan bonita, tan preciosa, tan agradable como siempre. Hacia tiempo que no la veía y la echaba de menos. Se veía como las olas rompían a la orilla del mar, i como su melodía armoniosa me llamaba para que me acercara más i más. Me quité mis zapatillas y empecé a correr tan rápido como pude hasta que noté la fría agua en mis pies. En ese momento me vino todo a la cabeza, mis problemas mi familia y mis exámenes. Fue como un estado de shock. Ya lo había conseguido olvidar pero por lo que veo con los pies fríos no se piensa bien. Me aleje del agua tanto como pude y me senté en la arena. Desde ahí se veía todo, la playa la ciudad y el cielo, era como una postal para los turistas. Debía volver a casa pero me moría por quedarme allí a los brazos de mi vieja amiga. Quien sabe a lo mejor algún día llevaría ahí a Noah, algún día no muy lejos.