Llegué al instituto, como no, pensando en Noah, y subí por la escalera principal hasta mi clase. Era una clase pequeña pero acogedora, con unas ventanas enormes y una pizarra pequeña. ¿Mis compañeros? Prácticamente no sabía nada de ellos, sabía cuatro cosas como su nombre y sus años y ya esta. Allí en la puerta de mi clase estaba Clara esperándome, como siempre con su gran sonrisa en al boca. Nunca ella me había visto con una sonrisa en la boca. Creo que era la primera vez que reía, en el instituto. Cuando recorrí todo el corredor hasta llegar a mi clase, esquivando los niños del primer ciclo de la eso con sus pelotas, y a las de segundo de bachillerato de letras con sus humos de superioridad, Clara me dijo:
- ¡Eh! Esto no es posible! ¿Tu sonriendo? Creo que estoy soñando.
- ¡Pues despierta!- le bromeé sacudiendo su cuerpo
- ¡No es posible! Y encima hace bromas...antes éramos la luna y el sol, el pie y la cabeza, yo con una risa en la cara y tu toda seria, y ¡ahora combinamos! De todas formas esto tendrá una explicación, ¿cuál es?
- Nada, no ha pasado nada- le mentí
No podía contárselo, pensaría que le estaba diciendo una mentira o algo, y además no se lo creería. De todas formas yo seguí en mi sonrisa en los labios, y nada ni nadie me lo cambiaría. Cuando entré en clase, la gente se me quedó mirando, y me dijeron muchos compañeros “bonita sonrisa llevas hoy” o “ ...y se hizo la luz”. La verdad es que estaba muy contenta, el viernes había conocido a alguien espectacular, que no quería perderlo, aunque no lo conociera de nada. En el patio Clara se ponía muy pesada, no podía parar de decirme que pasaba, ya estaba harta, entonces, se lo conté:
- Mira Clara, ¡ya estoy harta! te lo contaré.
Cuando se lo conté, casi se atraganta con su zumo de piña y su bocadillo vegetal. Su cara era para hacerle una foto, ojalá hubiera tenido una cámara para hacérsela. Sus ojos se habían quedado redondos como dos ovnis, y las pupilas se dilataron rápidamente.
- ¡¡¡¿¿¿Que???!!!
- ¡Baja la voz! Que me da vergüenza...
- Y como se llama?
- Noah...
- ¿Noah? ¡Parece un nombre de chica!
Pero me daba igual lo que decía Clara en ese momento...Noah me inspiraba confianza, y amor, pero no amor cualquiera, sino amor de verdad...
Cuando sonó el timbre, pensé rápidamente en él, tenía ganas de llegar a casa, y mirar el móvil a ver si había alguna llamada perdida...De pronto Clara me dijo:
- ¡Eh! Que te está sonando el teléfono.
- ¿Qué? ¡Si no lo llevo!
- Oye...tu aparte de enamorada estas boba. A si que...- bromeó
Entonces busqué el móvil por la mochila, y allí estaba llamándome, rezando al otro lado del teléfono que se lo cogiera...
- ¿Si?
- ¡Salut! UPS...Hola, soy Noah...¿te acuerdas de mi?
- Si, si, claro...dime.
- No nada que... a ver cuando sales de clase...
De pronto me colgó...¡qué extraño! Me pregunte que quería decir... Entonces Clara y yo salimos del instituto y de repente...le vi... esperándome en la puerta del instituto con su impermeable, y un paraguas azul para mí...
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